Oración del Jueves Santo.
Hoy Jueves Santo, celebramos tres grandes cosas:
1) El mandamiento del Amor (Que se traduce en servicio)
2) La Institución de la Eucaristía
2) El Sacerdocio.
Por eso les envío esta bella oración, a Nuestro
Señor Jesús, que quizo quedarse cercano a nosotros
en la Eucaristía, que es un verdadero milagro de amor.
Padre Dios,
creemos que eres creador de todas las cosas y que te nos has hecho
cercano
en el rostro de tu Hijo,
concebido de María Virgen
por obra del Espíritu Santo,
para ser nuestra condición y garantía de vida eterna.
Creemos, Padre providente,
que por la fuerza de tu Espíritu,
el pan y el vino se transforman
en el cuerpo y la sangre de tu Hijo,
flor de harina que aligera el hambre del camino.
Creemos, Señor Jesús,
que tu Encarnación se prolonga
en la simiente de tu cuerpo Eucaristía,
para dar de comer a los hambrientos
de luz y de verdad, de amor y de perdón,
de gracia y salvación.
Creemos que en la Eucaristía
te prolongas en la historia,
para alimentar la debilidad del peregrino,
y el sueño del que anhela dar fruto en su trabajo.
Sabemos que en Belén, la "Casa del Pan",
el Padre Eterno nos regaló
en el vientre de María Virgen,
el pan que ofrece a los hambrientos de infinito.
Creemos, Jesús Eucaristía,
que estás real y verdaderamente presente
en el pan y el vino consagrados,
prolongando tu presencia salvadora
y ofreciendo a tus ovejas
pastos abundantes y aguas claras.
Creemos que los ojos se engañan al ver pan
y nuestra lengua se equivoca al probar vino, porque estás Tú todo
entero,
ofrecido en sacrificio y dando vida al mundo, de paraíso siempre
hambriento.
Aquella noche del Cenáculo,
al tomar, Señor, el pan y el vino entre tus manos, estabas
ofreciéndolos a todos,
por los años y siglos infinitos.
Contigo, Cordero de la Alianza,
se elevan en cada altar,
donde te ofreces al Padre,
los frutos de la tierra y del trabajo del hombre,
la vida del creyente, la duda del que busca, la sonrisa de los
niños, los proyectos de los jóvenes,
el dolor de los que sufren
y la ofrenda del que da y se da a sus hermanos.
Creemos, Señor Jesús,
que tu bondad ha preparado una mesa
para el grande y el pequeño,
y que en tu mesa hermanos nos hacemos
hasta dar la vida unos por otros,
como Tú lo hiciste por todos.
Creemos, Jesús,
que sobre el altar de tu sacrificio,
recuperamos la fuerza de una débil carne,
que no responde siempre a los anhelos del espíritu, pero que Tú
transformarás a imagen de tu cuerpo.
Creemos que en la mesa preparada para todos, siempre habrá un lugar
para el que busca, un espacio para el marginado de la vida,
superando los signos de la muerte,
inaugurando cielos nuevos y una tierra nueva.
Creemos, Jesús,
que no has dejado a tus hermanos solos,
permaneces discreto en el sagrario de la conciencia y en el pan y el
vino de tu mesa, como luz y fuerza del débil peregrino.
Creemos, en fin,
que en los inicios del tercer milenio,
te haces compañero en el camino.
"Remar mar adentro" es la consigna,
en este momento de tu Iglesia,
para construir, llenos de esperanza,
una nueva etapa de la historia.
Gracias, Jesús Eucaristía,
por impulsarnos a una Nueva Evangelizació n
por Ti fortalecida.
Que tu Madre acompañe
a los que aceptan vivir y anunciar tu Palabra,
y que su intercesión haga fecunda tu semilla.¡
AMEN
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